El día de hoy los católicos comienzan a vivir el tiempo de Cuaresma una etapa de 40 días en que están llamados a un periodo de ayuno, limosna, penitencia y arrepentimiento,
Monseñor Walter Heras Obispo de la Diócesis de Loja presidió la misa a la que asistieron una gran cantidad de fieles para participar de la imposición del signo de la Cuaresma.
Durante el sermón, Monseñor invitó a renovar la fe, la esperanza y la caridad, que se vive como un tiempo litúrgico de penitencia y conversión, cuando los fieles se preparan para vivir los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo que se recuerdan en Semana Santa.
Destacó que la ceniza en la frente es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres. En el momento de recibir la ceniza, el hombre debe tener una actitud positiva de querer mejorar y de acercarse más a Dios.
Recordemos que para unirse en esta experiencia de reflexión con Jesús, los católicos tienen la oportunidad de realizar prácticas de ayuno, conversión y oración